El martes 21 de septiembre murió la elefanta del Zoo Nacional...Manyula. La noticia fue aprovechada por todos los medios de comunicación masiva de El Salvador, para llenar sus espacios.
Muy a pesar de habitar el Zoo desde junio de 1955 y ser la "huesped" símbolo, la elefante podría considerarse como una prisionera pagando algún delito que nunca cometió (con la moda de los Reality, posiblemente veamos su historia en alguna temporada de "Capadocia" - Link 2).
El Secretario de Cultura de la Presidencia, Héctor Samour, "lamentó" el deceso del animal diciendo que con su muerte se ha ido "...parte de nuestra identidad, durante muchos años ella lloró, sufrió y sonrió a nuestro lado, aún en los momentos más difíciles de nuestra historia ella estuvo allí". Como no iba a estar sufriendo...si era una prisionera.
El Alcalde de San Salvador dijo sentirse consternado y triste por el fallecimiento de la elefante, y aseguró que dentro de pocos días iniciarán la construcción de un monumento a Manyula que estará ubicado en la colonia Minerva, en cemento y del tamaño del animal. ¿Merecerá un elefante qué le construyan un monumento? ¿Por qué no la tomaron en vida como animal símbolo del Zoo?
Tal y como lo dice la nota del periódico El Mundo de España..."En El Salvador ocurren situaciones que cuesta explicar cuando se escribe para fuera. Cuesta explicar, por ejemplo, que dos pandillas juveniles paralicen el país tres días; cuesta explicar que un presidente que decía ser de izquierda no promueva mejoras en el salario mínimo; y la última, cuesta explicar que la muerte de una elefanta cree un estado de conmoción cuando asesinan en la indiferencia a 12 personas todos los días." (lea todo el artículo)
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